jueves, 19 de abril de 2012

Capítulo lV Lucas.

Sonó el timbre, era mi oportunidad para hablar con ella, que demonios, no sé que esperaba, llevaba viéndole en el parque más de un mes y necesitaba sacarme la duda de la cabeza, ¿Estaba enamorado?
Decidí actuar y y no pensar y me me acerque a ella, cuando iba a bajar por las escaleras. Estaba con Alicia.. para variar así que, decidí hablar con Alicia primero, puesto que me llevaba bien con ella.
- Hola Alicia - Le digo con uno tono encantador, y metiéndome entre ellas dos.
- Hola Lucas, ¿conoces a mi mejor amiga? Se llama Carolina. - Alicia trataba de que Carol, se relacionase, pero ella en vez de intervenir e interrumpir a Alicia, se ruborizó y agacho la cabeza.
- Sí, sí la conozco, ayer le ayudé a encontrar a su gatito. - Sonrío mirando a Carolina. 
- Gatita. - Interviene ella. - Se llama Linda.
- Ah, bueno perdón, pero no me fijé en si era hembra o macho cuando vino hacia mí. - Terminamos de bajar las escaleras, pues íbamos bajando lentamente y cogimos un pasillo algo alargado, al final de éste estaba el gimnasio, a dónde nos dirigíamos. 
- Carolina se paró en seco. - ¿Fue hacia ti? - Me cogió del brazo, y al ver que le miré, me lo soltó enseguida. A todo esto, Alicia se quedó extrañada por su comportamiento.
- Sí, vino hacia mi corriendo, ¿que pasa?
- Ah,nada es que Linda no es muy sociable y menos mucho que la gente desconocida, por eso me ha extrañado.. pero no importa. 
En ese momento, vino Kevin, supe que era él por su golpe en la espalda. Se quedó mirando a Carolina fijamente y le soltó un 'eres bastante mona, ¿de dónde eres?' Sentí que mi sangre caliente, corrían a gran velocidad por mis venas, ¿porqué tenía que soltarle eso? 
- Tío, no la conoces de nada, no creo que te quiera decir porqué está aquí, ¿no crees? - Le dije de malas maneras.
- Eh eh, tranquilito .. yo solo quiero ser amable con ella y he intentado sacar un tema de conversación, ¿te molesta? - Parecía molesto, pero me daba igual, yo estaba mucho más molesto que él, seguro.
- ¡Hey chicos! ¿Que os pasa? Que sois mejores amigos desde primaria, ¿os vais a pelear por una gilipollez? - Argumentó Alicia bastante ofendida. - Vamos Carol, que el profesor nos reñirá y no tenemos tiempo para aguantar las peleas de estos dos, que bastante hacen de las suyas.. - Cojió a Carolina del brazo y se fueron al gimnasio. 
¿Enserio me estaba pasando esto? Perdí una oportunidad bastante buena para conocerla, todo por Kevin y vale, es mi mejor amigo, pero esos comportamientos suyos los odio.
- Lucas, ¿estás bien? ¿que te ha pasado? Nunca has sido así.. ¿te gusta Carolina o qué? - Ríe, esperando que le siguiese la broma.
Ardía de furia por dentro, no quería que dijese esas cosas y cada palabra que salía de su boca, eran papeletas para llevarse unas cuantas hostias. - ¿Lucas? Aaaaaaaaaah, ya veo.. sólo quieres tirártela, cómo hiciste con..
- ¡BASTA! ¿Que coño dices tío? No digas mas tonterías a mí no me gusta Carolina y no metas a Elena en nada de esto Y tú sabes perfectamente que no la quise sólo para tirármela. Parece mentira que digas estas cosas, 'buen amigo'.
- Tranquilízate eh, joder que ánimos tienes hoy, no lo decía para molestarte, lo siento señor corta-royos. 
Le dí un puñetazo en el brazo, para hacerse saber que todo estaba bien y nos dirigimos al gimnasio. Seguía un poco molesto, pero sé fingir muy bien y se pensó que de veras se me había pasado el enfado. 
Carolina se puso de pareja con Alicia y todos hicimos los calentamientos, pero a la hora de terminar la profesora nos pidió parejas mixtas. El destino estaba de mi parte y sonreí por ello.
- Hey Kevin, son parejas mixtas y cómo no se lo pidas a Alicia te la van a quitar - le persuadí. - Corre, anda.
Kev, fué a pedírselo y yo de lejos observé la escena. Carolina estaba enfadada y triste a la vez, pues no conocía a nadie, en cambio Alicia y Kevin, no tuvieron problemas. 
- ¿Te pones conmigo? - Me acerque a Carolina, sonriendo.
- Vale, gracias. - Me dedica una leve sonrisa, pero seguía muerta de la vergüenza.
- No me las des, me gusta ayudarte. - Cojí un balón de voleibol, para hacer lo que el profesor nos pedía.
- Me sonríe y me mira a los ojos, pude verla de cerca, a la perfección. Sus ojos negros y sus pecas, le hacía bastante guapa. - Muchas gracias por lo de ayer, enserio. Linda es muy importante para mí y..
- Tranquila, creo que me dí cuenta ayer cuando llorabas cómo una magdalena. 
- ¡No lloré como una magdalena! - Ríe, la sonrisa más bonita que he podido ver jamás. Al momento, se puso roja y dejó de reír.
Nos pasamos la hora haciendo pases de voleibol y al final hicimos partidos de cuatro, por lo que nos pusimos con Kevin y Alicia. Creo que Carolina se sentía agusto, y me extrañaba porque el primer día quiso hasta desaparecer. 
Al terminar la hora fuimos al patio y volvió a desaparecer, pensé que estaría en clase e hice como que se me olvidó algo, subí pero no estaba, así que, bajé con mis amigos y pasé el recreo como siempre, pensando en ella.
Las demás clases, intente no mirarle mucho, puesto que ella ya sabía que existía, y no quise dar el canto, pero a las siete, pasaría 'casualmente' y de nuevo por el parque.
Sonó el timbre que señalaba el final de las clases,recogí y le dije adiós a Carolina, la cual me respondió extrañada, no se lo esperaba.
Llegué a casa, comí, estudié y a las siete ya estaba plantado en el parque, y allí estaba ella, sentada en la colina, con cuadernos y libros, escribiendo algo..

martes, 17 de abril de 2012

Capítulo lll Carolina.

Hoy, al salir del instituto fui derecha a casa, comí y subí a mi habitación a estudiar. Como siempre Linda se quedó conmigo todo el tiempo, puesto que ella no salía de mi habitación.
A las seis y media me dispuse a salir para ir a Holyrood Park, pero me daba pena dejar a Linda sola, así que me la lleve conmigo. 
Tú te vienes conmigo pequeña - le dije a Linda. - Vas a conocer mi lugar favorito.
Bajé las escaleras y me encontré con mi tío.
- Carolina, ¿vas al parque ese? 
- Sí, me llevo a Linda, que creo que no le vendrá nada mal el aire fresco.. - Acaricie a la gata.
- Si quieres, te llevo y te recojo, los gatos no pueden entrar en el taxi. - Se dirige a la puerta, haciéndome con el brazo una señal, para que fuese con el.
Y así fue cómo me llevó mi tío a Holyrood Park y llegué incluso más temprano de lo normal, a las siete menos diez. Me despedí de él, diciéndole que me podría recoger a eso de las diez y fui hasta el lago que tanto adoro. 
Solté a Linda que se puso a jugar con la hierba y me senté a su lado. 
- No sé que tiene este lago que me encanta. - Le digo a Linda. A veces pienso que la gata me escucha y me comprende y por supuesto es mucho mejor que una persona. - Adoro ese lugar, hace que sea yo, aunque sea por un par de horas..
Miré a Linda, cómo jugaba con la hierba y cómo corría a veces persiguiendo algún insecto, mientras me ponía los cascos de mi Ipod para escuchar un poco de música. Por este sitio apenas había gente, así que no me tenía que preocupar de Linda o de si me pasaba algo.
Me tumbé en la hierba y me puse a mirar el cielo. De vez en cuando miraba a Linda para asegurarme que estaba conmigo.
En un momento perdí la noción del tiempo y del momento, y Linda no estaba, me levanté asustada, tirando el Ipod en la hierba y miré de un lado a otro. - !! Linda !! - Grité y salí corriendo en su busca.
Me adentré por el bosque y busqué sin cesar, pero no apareció. Yo al borde de la desesperación y llorando decidí volver a la colina a coger mi Ipod que dejé tirado de malas formas y cómo eran casi las diez, quise esperar a mi tío para que me ayudase. Aunque no se si podría, me quedaría hasta que apareciese Linda, costase lo que costase, yo la necesitaba de vuelta. Llegando a la colina, vi a un chaval más o menos por el lugar dónde yo estaba antes. Pensando que me habría quitado el Ipod, decidí ir allí corriendo.
- ¡De vuélveme el Ipod! - Le grité de malas maneras.
- ¿Perdona?
Mientras me acercaba más y más, vi que tenía a Linda en sus brazos , por lo que me abalancé hacia ella , la cogí y la abracé. Intenté contener las lágrimas, pero me era imposible, estaba viva y yo en estos momentos sólo quería sentir su calor en mi pecho.
- Eh.. Se estaba peleando con otro gato callejero y lo vi, fui y los separé. - Me dijo el chaval. 
- Levanté la cabeza y le miré. - Muchas.. gracias. Enserio, gracias. 
El corazón me dio un vuelco, esos ojos verdes me dejaron tonta, jamás había visto unos ojos tan bonitos.. y su sonrisa, era indescriptible. No me fijé muy bien en lo demás, puesto que sólo tenía ojos en estos momentos para Linda. Se encontraba muy mal y yo tenía la culpa. Al pensar esto, mis lágrimas no se contuvieron y resbalaron por mis mejillas. Él, paso su dedo por mi mejilla, limpiándome la lágrima. 
- ¿Estás bien? - Me dijo en un tono suave.
- Sí, bueno.. no. No lo sé, está mal.. pero esperaba encontrarla muerta.. no sé como darte las gracias.
- Ya me las darás mañana en clases - Sonríe.
- ¿En clase? ¿Estás en mi clase? - Fui una estúpida el decir eso, claro que estaba en mi clase, si no, no me hubiese dicho eso, ahora pensará que soy una marginada y que ni si quiera me e interesado por él en clase, pero la verdad es que no lo sabía, total no conocía a nadie, así que, si se lo tomaba a mal, lo sentía por él y lo sentiría por mí.
- Claro, estoy en la fila de al lado tuya, aunque creo que estás mucho más pendiente de las explicaciones del profesor. - Ríe, intentado no darle importancia a mi gilipollez.
- Pues, mañana te veré, he de irme ya. Hasta mañana - Le sonrió.
- Lucas. 
- ¿Cómo? - Le mito extrañada, esperando una respuesta a lo que acababa de decir , no tenía sentido.
- Que me llamo Lucas, Carolina. Hasta mañana.
- Que tonta fui, claro, su nombre.. Se supone que soy una persona lista y con dos dedos de frente y me dice un nombre masculino y no sé asociarlo con él, por dios. - Ah, hasta mañana Lucas. - le vuelvo la sonrisa y me voy a la puerta de Holyrood Park.
Caminaba lenta, no quería mover mucho a la pobre Linda, estaba muy mal. Llegué a la puerta y ahí estaba mi tío, quién corrió al ver que traía a la gata en mal estado y fuimos al veterinario de urgencias. Allí le vendaron una patita y mejoró. Me sentí mejor cuando me dijeron que no se moriría ni nada por el estilo, Linda era lo más importante en mi vida ahora. 
Al llegar a casa dejé a Linda en mi cama, bajé a cenar y al subir me acosté con la gata, me quedé dormida acariciándole ..
Al día siguiente, Linda estaba caminando, coja, pero caminando y yo fui al instituto, cómo estos días atrás. Iba por la calle con mi Ipod y al llegar a la puerta me iba con Alicia a las clases. Esta vez llegamos justas de tiempo y nada más entrar en clase sonó el timbre. Pero allí estaba Lucas, sentado con otro chaval. Al pasar por su lado para entrar en mi fila ( yo estaba en la pared ) me sonrió, por lo que le tuve que devolver la sonrisa, aunque me daba mucha vergüenza, no quería hablar mucho con él..aunque se lo debía. Lucas salvó a Linda...
Estaba a punto de acabar la hora, desearía que fuese eterna, porque sabía lo que me iba a pasar nada más tocase el timbre. Teníamos que bajar a gimnasia, el tiempo suficiente cómo para hablar conmigo y no sé porque, pero con él, no se me ocurría que decirle, y eso que tengo un extenso vocabulario.. - Riiiiiiiiing. - Tocó el timbre.

domingo, 15 de abril de 2012

Capitulo ll Lucas.


Otra vez había vuelto a llegar tarde y esta vez si que me importó muchísimo. Ahí estaba ella en la fila de la izquierda, la tercera junto con Alicia de compañera y mi sitio era justo el de su lado, en la fila de el medio, pero.. ¿qué hacía con Alicia? ¿Eran amigas? Esto me daba la oportunidad de hablar con ella, si lograría reunir el suficiente valor, claro.
- Señorito Mckenzie, ¿que hace ahí parado? - Se extraña el profesor
- Ah, nada, nada me preguntaba si usted me dejaría entrar, he respondido el sí cuando ha pasado lista profesor. - Intenté argumentar.
El profesor Andrew, era nuestro tutor y por suerte nos daba todas las asignaturas, por lo tanto no me tenía que preocupar el no dar clases, puesto que él aparte de que quiere lo mejor para todos sus alumnos es un gran amigo de mi padre y un gran profesor que no dejaría que unos de sus alumnos perdiera una importante clase, estando los exámenes finales a la vuelta de la esquina.
- Claro, señorito Mckenzie, puede pasar, pero que no se repita, ¿está claro?
- Por supuesto profesor. - Me digirí a mi pupitre. - Hola Kev. - Le dije a mi mejor amigo mientras sacaba los libros.
Kevin, lleva siendo mi mejor amigo desde hace 15 años, vive en East Princes Street Gardens y prácticamente nos hemos criado juntos. Tiene fama de ser algo mujeriego, le atraen todas las chicas, rubias, morenas, altas, bajas.. y no importa quién sea, él a la mayoría las consigue puesto que es muy guapo. Es alto, rubio de ojos verdes y atlético, que más pediría una chica.
- Recibo un golpe en el codo de Kevin. ¿La nueva no era la que tu espiabas en el parque?
- Miro a la chica, como si fuese la primera vez que la veo. - Nah, además ya no voy a verla, paso de la chica esa, te dije que fue sólo una vez.
- ¿Estás seguro? Mira que esa está bien buena, se llama Carolina, creo.
- Ehh.. si, ya. - Trato de fingir. - A ti es que te gustan todas.
- Bueno, ¿eso a que viene ahora? Yo voy a por Alicia, lo sabes.
Kevin lleva detrás de Alicia un año, pero ella no quiere ni dirigirle la palabra desde que el gracioso de mi mejor amigo consiguió que ella y Mario, su ex, cortaran. Inventó unos rumores acerca de Mario, cómo que se tiraba a cualquiera o que sólo quería a Alicia para que las demás chicas no se le acercasen.
La primera clase se me pasó volando, pude notar que tenía pecas por las mejillas y la nariz y que sus ojos eran negros, cuándo eso era una suposición y que sus pestañas eran perfectas, incluyendo el resto de ella. Carolina.. el nombre más bonito que he podido escuchar.
Las dos siguientes horas, al igual que la primera se me pasaron rapidísimo y a la hora de recreo no logré encontrarme con ella, no sabía dónde se había metido.
En las tres últimas clases restantes, estuve observándola, bueno, más bien mirándole. Ella por su parte ni si quiera se percató de que le mataba con la mirada, estaba mas pendiente de las explicaciones que daba el profesor y lo veía normal, puesto que había entrado a mediados de curso y no sabía el porqué.
A la hora de la salida, se fue con Alicia y yo con Kevin y el resto del grupo. Estaba deseando que fuesen las siete para ir a Holyrood park, lo deseaba aún más por momentos.
Y ahí estaba yo, a las siete en punto, en el mismo banco de siempre, esperando que apareciese. Y ahí estuvo ella, a las siete y cuarto en la misma colina de siempre, pero esta vez con un libro. Se sentó en la colina y se pasó hasta las nueve menos cuarto leyendo. No sé porque perdía el tiempo de tales maneras, ¿que más le daba leer aquí que en su casa? ¿Y qué hacía yo perdiéndolo con ella?
Cerró su libro cuando la luz del sol se ocultó del todo y se levantó, y como cada tarde fue a la avenida a coger un taxi.
Yo vivo al lado de Edinburgh University Library así que voy y vuelvo en bicicleta.
Al siguiente día ocurrió más de lo mismo, no se fijó en mí, sólo tuvo ojos para las explicaciones y para Alicia, y para colmo en la hora del patio desaparecía. Así que este día, martes fue desastradamente horrible y sólo me apetecía que llegase las siete de la tarde.

sábado, 14 de abril de 2012

Capitulo l Carolina.


Era bastante tarde y ya había oscurecido, así que fui andando hasta Queen's Dr, una larga calle que está a la salida del Holyrood Park, aunque para llegar hasta allí, había que andar un poco.
Sentía que alguien me seguía, aunque no le daba importancia, seguía trastornada por la pérdida de mis padres en aquel accidente de avioneta y quizás por eso notaba que siempre me seguía alguien, pero lo notaba desde hace varias semanas, así pues recuperé mi cordura e intenté quitarme de la cabeza esos absurdos pensamientos. ¿Quién me iba a seguir a mi? Apenas nadie me conoce, desde que llegué hace un par de semanas a Edimburgo apenas he tenido tiempo para conocer a gente, es más, con Alicia, mi mejor amiga creo que me basta. No soy tan sociable y espero que el día de mañana, lunes acabe pronto, pues entro nueva en el instituto de Basil Paterson College, por suerte estudio en el mismo instituto y en la misma clase  que Alicia, 1º de Bachillerato C y no estaré sola.
Llego a Queen's Dr y cojo un taxi, que me lleva a casa. Si hubiese ido andando hubiese tardado mas de una hora, pues hubiese  tenido que atravesar Holyrood Rd, St. Mary's st. Jeffrey St y Market St aún así, es el trayecto más corto, pero a mis tíos no les gustan que ande de noche por la calle y estando lejos de casa.
Colin y Jamie, mis tíos, todavía tienen el miedo en las venas desde el trágico accidente. Estaban muy unidos a mis padres y algún que otro verano veníamos los tres a visitarlos. Tras la muerte de ambos, se ofrecieron a cuidarme y ahora son mis tutores y la verdad, estoy satisfecha con ellos, supongo que son los mejores tutores para mí, aunque tuviese que abandonar Extremadura.
A los quince minutos ya estaba en la puerta de casa, en East Princes Street Gardens, tenía ni nivel de riqueza bastante alto, antiguamente pertenecía a la nobleza y los reyes. A mí me gustaba mucho, tenía un carácter enigmático.
 Llamé a la puerta principal y enseguida vino Wallace, nuestro mayordomo.
- Buenas noches señorita Guitiérrez -dijo con una sonrisa.
- Buenas noches Wallace -entro y le devuelvo la sonrisa. - ¿han llegado mis tíos ya?
- Sí, señorita están en la salita. -dice mientras cierra la puerta -Esperaban a que volvieses para hablar con usted.
- Bien, gracias Wallace. - Caminé hacia la salita.
La casa dónde vivía era enorme, tenía tres pisos y en cada piso diversas habitaciones. Dejé atrás a Wallace y me dirigí a la salita, que estaba al fondo del pasillo a la derecha. Allí estaban mis tíos. Él leyendo un libro y fumándose una pipa y ella cosiendo unos trapos. Le encantaba coser, deduzco que es su pasatiempo.
- Colin, levantó la visa por encima del libro. - Ah, ya estás aquí Carolina, ¿qué tal te ha ido esta tarde? - Deja el libro en una mesita que hay a su izquierda.
- Bien, he ido de nuevo a Holyrood Park y he pintado un poco - Sonrío.
- Me alegro por tí, veo que te adaptas bien a ese sitio, aunque lo de la temperatura es lo que peor llevas, ¿no es así?
- Sí tío, no tiene ni punto de comparación Extremadura con Escocia - Argumento.
- Bueno, bueno para eso  no hay problema, te estoy haciendo un jersey precioso - Sonríe Jamie.
- Carolina, mañana empiezas el instituto, ¿lo sabrás no?
- Claro que sí, tengo que ir a mi cuarto a preparar la maleta - Asiento - Ah.. no tengo hambre, ¿puedo irme a mi cuarto ya?
- Claro que sí, estarás así por los nervios. - Sonrie Jamie, interrumpiendo la conversación.
Así que, me fui a mi habitación, que estaba en la segunda planta. Al entrar vino a saludarme Linda, mi gata. Es gris y muy peluda, pero muy terca, sólo quiere estar conmigo y odia a los extraños.
Me puse a preparar la maleta y la deje en la silla del escritorio, luego me senté en un sillón situado en la esquina de mi habitación y me puse a leer uno de mis libros favoritos: Almas gemelas. Linda se sentó en mis piernas y se quedó dormida moviendo la cola.

- Pipipipipipi - Sonó el despertador. Las siete de la mañana. Me había quedado dormida leyendo, como de costumbre. Linda se quitó de mis piernas, me levanté y dejé el libro en la estantería con los demás. Abrí el armario y pensé un momento qué ponerme. Finalmente cogí unos vaqueros azul eléctrico, una blusa blanca, una rebeca marrón y un chaquetón. Hacía muchísimo frió y siendo mediados de Febrero, todavía me quedaba mucho frío por delante, aunque a la gente no le importaba mucho eso, estaban acostumbradas.
Cogí mi mochila, y me despedí de Linda quién me acompañó hasta la puerta de mi cuarto. Bajé, desayuné y me dispuse a ir a la salida de casa.
- Buenos días señorita - Sonrie Wallace, quién esta limpiando unos jarrones.
- Buenos días Wallace y hasta la hora del almuerzo - Le sonrío y salgo por la puerta.
Al salir me pongo los cascos de mi Ipod y me dirijo al instituto, con paso firme. No tardo mucho en llegar, puesto que está al lado de dónde yo vivo. En la entrada está Alicia, esperándome, así pues, me acerco y le doy dos besos. Alicia es muy popular, lo que es malo para mí, puesto que soy muy vergonzosa,  y estaremos rodeadas de gente todo el día. Y aparte de ser muy conocida, es guapísima. Tiene el pelo negro, largo por la cintura, un cuerpo de modelo, unos ojos enormes azules y una nariz pequeñita, aparte, también es muy rica.
- ¡Hola Carol! - Me devuelve los dos besos.
- Hola Ali - Le sonrío. En este instante suena el timbre de entrada. - ¿Vamos a clases ya?
Alicia asiente y entramos en nuestra correspondiente aula, todos me miran, es normal, soy nueva, entro a mediados de curso y si me fijo mejor, soy la única pelirroja con pecas.
Por suerte, el profesor llega casi al mismo tiempo que nosotras y a la gente no le da tiempo para presentarse, así me ahorro tener que hablar con alguien.
- Eh, tío ¿has visto a Lucas? - Dice uno de los que están a mi lado.
- Que va, no ha pasado a recogerme, se habrá quedado dormido. - Dice otro riéndose.
El profesor manda a callar y comienza a pasar lista.
- Aithne, Alicia,Bernado,Carlos,Carolina,Daniel... Lucas.. ¿Lucas? - Repite.
De repente  se abre la puerta bruscamente y fijo la mirada en él.

viernes, 13 de abril de 2012

Introducción.

Eran las siete y como cada tarde, ella ya estaba en el parque, sentada en aquella colina, observando el lago. Sacó sus pinturas y sus pinceles y comenzó a dibujar el paisaje que ella veía.
- Es extraño - pensó para si mismo - Siempre que vengo está ahí.. en el mismo sitio. Hoy parece que está dibujando el lago y me encanta cómo lo hace.. si la pudiese conocer algún día..
Me senté en un banco, alejado de ella. Me gusta observarla y no, no estoy enamorado, ni mucho menos soy un obseso, cómo dice Kevin, simplemente me gusta lo que hace cada tarde, me gusta mirarle.
La verdad, es bastante guapa y atractiva, para qué negarlo, su pelo color rojizo con el sol se vuelven mucho más bellos, su figura era perfecta, delgada de estatura media. Sus labios eran finos y los ojos, creo que son de color negro, cómo el carbón.
Hoy, llevaba unos vaqueros color canela y un jersey blanco muy ancho, aunque lo que más deseaba por momentos era acariciar su suave piel blanca. Aquí en Edimburgo, no hay chicas con ese tono de piel, es única y quizás por eso pienso que es 'especial', claro está si puedo otorgarle ese adjetivo.
En un momento ya había oscurecido, miré mi reloj, las nueve y cuarto. Cómo pasa el tiempo cuando vienes a Central Park, era muy normal que esto me pasase y ya estaba acostumbrado a perder el tiempo de tales maneras.
La chica, metió todo en su bolso, lo dejó en la hierba y se acerco al lago. Se apoyo en la barandilla de manera y se sumió en sus pensamientos. Lo solía hacer antes de irse siempre. A los pocos minutos se puso el asa del bolso en el hombro y echó a caminar a la salida del parque y yo esta vez, le seguí.